domingo, 6 de marzo de 2016
CUENTO HIJO COMPRA 1 HORA DEL TIEMPO A SU PAPÁ
HIJO: “Papá, ¿puedo hacerte una pregunta?”
DAD: “Sí, claro, ¿qué es?”
HIJO: “Papá, ¿cuánto dinero ganas en una hora?”
PAPA: “. Eso no es asunto tuyo. ¿Por qué me preguntas tal cosa”
HIJO: “. Sólo quiero saberlo. Por favor dime, ¿cuánto ganas por una hora?”
PAPA: “Si quieres saberlo, gano 45€ por hora.”
HIJO: “Oh (El niño con tristeza agacha la cabeza hacia abajo)!.
HIJO: “Papá, ¿puedo pedir prestado 30€?”
El padre se puso furioso.
PAPA:. “Si la única razón por la que quieres saber lo que gano es para pedir prestado dinero para comprar un juguete tonto o alguna otra tontería, entonces quiero que te marches directamente a tu habitación, quédate en tu cama y piensa por qué estás siendo tan egoísta. Yo trabajo duro todos los días como para lidiar con tu comportamiento tan infantil “.
El niño en silencio se fue a su habitación y cerró la puerta.
El hombre se sentó y comenzó incluso a ponerse más enojado acerca de las pregunta del pequeño. ¿Cómo se atreve a hacer tales preguntas sólo para obtener algo de dinero?
Después de una hora o algo así, el hombre se calmó y comenzó a pensar:
Tal vez había algo que realmente necesitaba comprar con esos 45€ y realmente el niño no pedía dinero muy a menudo. El hombre se acercó a la puerta de la habitación del niño y abrió la puerta.
PAPA: “¿Estás dormido, hijo?”
HIJO: “No papá, estoy despierto”.
PAPA: “He estado pensando, tal vez yo fui demasiado duro contigo. Ha sido un día largo y saqué mi frustración en ti. He aquí los 30€ que me pediste…”
El niño se irguió, sonriendo.
HIJO: “Oh, gracias papá!”
Entonces, se levanta y agarra debajo de la almohada, unos billetes arrugados. El hombre vio que el muchacho ya tenía dinero, empezó a enfadarse de nuevo. El niño contó despacio su dinero, y luego miró a su padre.
PAPA: “¿Por qué quieres más dinero si ya tiene bastante?”
Hijo: “Porque yo no tenía suficiente, pero ahora sí.
“Papá, tengo 45€ ahora. ¿Puedo comprar una hora de tu tiempo? Por favor, ven a casa temprano mañana. Me gustaría cenar contigo.”
El padre se sintió aplastado. Puso sus brazos alrededor de su pequeño hijo, y le suplicó por su perdón.
*Es sólo un pequeño recordatorio a todos ustedes que trabajan tan duro en la vida. No debemos dejar pasar el tiempo entre los dedos sin haber pasado algún tiempo con aquellos que realmente importan en nuestras vidas, las personas cercanas a nuestros corazones. Recuerden compartir un valor de 45€ de tu tiempo con alguien que amas. Piensa, “si muero mañana, la compañía en la que estás trabajando fácilmente podría reemplazarte en cuestión de días”. Pero la familia y los amigos dejaremos de sentir la pérdida por el resto de nuestras vidas. Y ahora que lo piensas así, no dediques todo tu tiempo en el trabajo y otras tonterías, acuérdate que hay una familia que espera ansiosamente por tu llegada. Algunas cosas son más importantes.
jueves, 3 de marzo de 2016
15 cosas que nadie te dice cuando tienes un segundo hijo
Cuando una familia crece, la emoción para los padres es indescriptible y la del hijo también, dado que ahora será hermano mayor y asumirá una gran responsabilidad.
Asimismo, la mujer será madre de dos hermosos niños o niñas. Sin embargo, de a poco notarás que las cosas que creías que sabias con este nuevo ser todo podría ser distinto o tal vez todo será nuevo. Por eso, el portal Upsocl.com ha publicado un artículo de las 15 cosas que debe saber y nadie te dice cuando tienes un segundo hijo.
1. Tu hijo mayor adorará a su hermano menor desde el comienzo, pero es posible que igual insista en preguntar si es que acaso devolverán al hermanito en algún punto
2. Siempre pensaste que lo mejor sería tener a tus hijos con poca diferencia de edad. Pero ahora tu hijo mayor ha vuelvo a comportarse como un bebé y no sabes que hacer.
3. La primera vez que estuviste embarazada compraron cientos de cosas hermosas e innecesarias. Esta vez han decidido que hay muchas cosas que no necesitarán y esperas que el pequeño bebé no se traume por ello.
4. Ahora es imposible dormir de día o de noche. El bebé se niega a dormir de noche y tu hijo mayor, en rebeldía se dedica a saltar por todos lados de día.
5. Acabas de darte cuenta que si tienes otro hijo pronto habrán más niños en casa que adultos
6. Te has rendido con la limpieza de tu casa. Si con un niño ya era imposible, con un bebé es una tarea titánica.
7. Le tienes pánico a los resfríos. Sabes que si sólo uno se contagia todos en casa terminarán enfermos
8. Y la pila de la ropa no desaparecerá mágicamente porque estés enferma
9. Desde ahora, y por los próximos 8 o 10 años, lo único que verás en el cine serán películas animadas
10. Todas tus comidas serán ingeridas: de pie, muy rápido, con una sola mano y 2 horas luego de haberlas servido
11. Tu coche se convertirá en un segundo baúl de juguetes
12. Salir de casa, aunque sea por unas horas, requerirá empacar al menos dos bolsos
13. Y definitivamente mucha comida para dos niños que sienten hambre cada una hora
14. Descubrirás que nunca en la vida habías reído tanto
15. Y crecerán mucho más rápido de lo que piensas
“No te sorprendas si al final del camino te das cuenta que quieres volver a hacerlo todo otra vez.”
miércoles, 24 de febrero de 2016
Madre: Estás Criando Hijos Más Felices?
Muchas veces se habla de la influencia que la personalidad de la madre tiene en la elección de la pareja y así como ocurre en este caso, la influencia de la madre ocurre en TODOS los aspectos de la personalidad de los hijos.
Es tan fuerte el sentimiento de amor y protección de las madres por sus hijos, que en muchas ocasiones, la sobreprotección que muy frecuentemente ejercen en sus hijos, les causa a éstos efectos negativos tales, que si tuvieran la capacidad de ver el FUTURO, aprenderían a preocuparse menos y concentrarse en lo más importante.
Criar hijos pone a prueba todo lo que eres y al resolver los problemas y ayudarle a tu hijo a transitar por nuevas experiencias (maravillosas y dolorosas), conocerás una felicidad que no se vive de otra manera.
Ser madre es el mejor regalo que puedes darte a ti misma, pero para llegar allá tienes que dirigir tu energía hacia el disfrute de la experiencia de ser madre. Tienes que darte fuerza sabiendo que experimentarás sentimientos negativos y descartando la culpa que éstos conllevan.
Una madre libre de remordimientos y de culpa aunque está dispuesta a renunciar a ciertas cosas, sabe cómo y cuando vivir el presente.
Asegúrate como madre de que la relación con tu(s) hijo(s) no solo se base en el “deber”, siempre velando porque se alimenten, estén limpios y ordenados, cumplan con sus tareas o que se vayan a dormir a la hora adecuada…
Si bien enseñarles disciplina y reglas es muy importante, no debes imponer a tu hijos deberes y objetivos para satisfacer tus expectativas como madre, pasando tal vez por alto, su vocación y sus aptitudes.
El juego y la diversión es parte “vital” en su desarrollo como niño y tu participación en estos momentos es muy importante para construir lazos de afecto, confianza, admiración, respeto y agradecimiento.
Tu hijo debe darse cuenta de que eres feliz al desarrollar una actividad distinta al hogar que te apasione y te enriquezca como persona, ya sea tu trabajo, un negocio, un deporte, un arte o una disciplina. Los niños son más visuales que auditivos, así que por más que les hables y les digas mil cosas… ellos ven quien eres y qué haces.
Entonces madre, qué clase de mujer elegirá tu hijo cuando sea adulto?
Espero que cuando llegue tu edad madura, puedas mirar retrospectivamente y dar gracias a Dios porque supiste criar hijos realmente felices y no “hijos exitosos” para los demás.
domingo, 21 de febrero de 2016
5 consejos para mantener seguro a tu hijo en Internet
El peligro para los niños existe tanto en el mundo real como en el
virtual. Pedófilos y criminales de toda clase acechan en el anonimato
esperando un momento de descuido para atacar. Es importante enseñarle a
los niños – incluso antes de que incursionen en el mundo de los juegos
en línea, los chats o las computadoras en general – que la misma regla
que sigue cuando está afuera aplica para cuando navega en Internet: “Nunca hablar con extraños”.
Pero muchas veces los niños ni siquiera tienen que hablar con extraños para que estos sepan sus nombres, edad, rutina e incluso el lugar donde viven. De hecho, muchas veces los padres se encargan de divulgar esta información.
¿Quieres un ejemplo? Imagina que una madre sube una foto con su hijo jugando en el parque que visitan todos los domingos y etiqueta a diez personas. Ahora supongamos que una de estas personas etiquetadas tiene su cuenta comprometida o la dejó abierta en un sitio público. Aquí es cuando una persona mal intencionada obtiene acceso a información importante sobre el lugar donde viven tus hijos, donde estudian – ya que es muy frecuente publicar fotos con los uniformes – e incluso cuál es el parque al que suelen ir. Es un peligro en línea que pasa a la realidad.
En la página sobre paternidad Maezice, publicaron una serie de ilustraciones absurdamente claras sobre la forma en que los padres se deben comportar en Internet respecto a sus hijos. Échales un vistazo.
Seguramente tu hijo es inmensamente feliz con su primer uniforme y esa mochila que lo hace parecer gente grande. Pero no es grande, es un ser pequeño e indefenso. Por mucho cuidado que tengas con las entradas y salidas de tu hijo en la escuela, debes saber que existen secuestradores que vigilan la vida de sus víctimas a través de las redes sociales. Comunicar el lugar donde estudia tu hijo dice mucho más de lo que imaginas. Mediante una simple fotografía ofreces la localización de tu hijo así como una referencia a tu situación financiera. Ten cuidado con este tipo de prácticas.
Las partes íntimas de tu pequeño no tienen por qué verse expuestas ante tus amigos. “¡Pero que exagerados, si solo son unos niños!”, pensará la madre y muchas personas, pero no se puede pasar por alto que los pedófilos recurren a las redes sociales para elegir a sus víctimas o solo para imaginar cosas “inimaginables” con la foto de tu pequeño. Existen formas de fotografiar el baño de tu pequeño sin necesidad de exponer sus partes íntimas, en este sentido usa y abusa de tu creatividad.
Tampoco es raro ver a las personas haciendo check-in en su propia casa, ¿o no? Vamos al grano: si ya publicaste una foto de la escuela de tu hijo, su fotografía y ahora muestras el lugar donde vives, un delincuente en potencia no tendrá inconvenientes para localizarte. La casa (sea tuya, de tus padres, de la abuela, de la suegra, etc.), iglesia, el trabajo o los lugares que sueles frecuentar no deben revelarse a nadie. Esta información debe mantenerse como privada y ser revelada solo a los amigos cercanos, solo personas de tu entera confianza deben saber dónde podrían encontrarte un domingo por la tarde o el lunes en la mañana. Reflexiona sobre esto.
Los secuestros de niños no existen gracias a las redes sociales, a muchos nos espantaban con los roba chicos mucho antes de que se produjera el boom del Internet. Estos delincuentes siempre han existido, pero antes necesitaban de informantes y de semanas analizando la rutina diaria en la familia. Pero hoy las redes sociales han hecho posible que los secuestradores consigan este tipo de información sin la más mínima dificultad. Hay individuos inconscientes que publican cosas como “el martes se queda en la escuela hasta las 5 de la tarde, miércoles y jueves hasta las 3:30…” Prácticamente ofrecen a sus hijos en bandeja de plata.
Es un error que muchos padres cometen, pues nunca piensan que existen personas a las que no les gustan las redes sociales, que no desean exponer a sus pequeños y que le tienen una completa aversión a cualquier tipo de red social. Como padres se hace necesario respetar ese punto de vista, y publicar las fotografías de los amigos de tus hijos solo cuando se tenga el permiso de sus padres. Quizá parezca más un consejo de educación que de seguridad, pero ponte en el lugar de ese padre y madre. Nada cuesta preguntar.
Pero muchas veces los niños ni siquiera tienen que hablar con extraños para que estos sepan sus nombres, edad, rutina e incluso el lugar donde viven. De hecho, muchas veces los padres se encargan de divulgar esta información.
¿Quieres un ejemplo? Imagina que una madre sube una foto con su hijo jugando en el parque que visitan todos los domingos y etiqueta a diez personas. Ahora supongamos que una de estas personas etiquetadas tiene su cuenta comprometida o la dejó abierta en un sitio público. Aquí es cuando una persona mal intencionada obtiene acceso a información importante sobre el lugar donde viven tus hijos, donde estudian – ya que es muy frecuente publicar fotos con los uniformes – e incluso cuál es el parque al que suelen ir. Es un peligro en línea que pasa a la realidad.
En la página sobre paternidad Maezice, publicaron una serie de ilustraciones absurdamente claras sobre la forma en que los padres se deben comportar en Internet respecto a sus hijos. Échales un vistazo.
Seguramente tu hijo es inmensamente feliz con su primer uniforme y esa mochila que lo hace parecer gente grande. Pero no es grande, es un ser pequeño e indefenso. Por mucho cuidado que tengas con las entradas y salidas de tu hijo en la escuela, debes saber que existen secuestradores que vigilan la vida de sus víctimas a través de las redes sociales. Comunicar el lugar donde estudia tu hijo dice mucho más de lo que imaginas. Mediante una simple fotografía ofreces la localización de tu hijo así como una referencia a tu situación financiera. Ten cuidado con este tipo de prácticas.
Las partes íntimas de tu pequeño no tienen por qué verse expuestas ante tus amigos. “¡Pero que exagerados, si solo son unos niños!”, pensará la madre y muchas personas, pero no se puede pasar por alto que los pedófilos recurren a las redes sociales para elegir a sus víctimas o solo para imaginar cosas “inimaginables” con la foto de tu pequeño. Existen formas de fotografiar el baño de tu pequeño sin necesidad de exponer sus partes íntimas, en este sentido usa y abusa de tu creatividad.
Tampoco es raro ver a las personas haciendo check-in en su propia casa, ¿o no? Vamos al grano: si ya publicaste una foto de la escuela de tu hijo, su fotografía y ahora muestras el lugar donde vives, un delincuente en potencia no tendrá inconvenientes para localizarte. La casa (sea tuya, de tus padres, de la abuela, de la suegra, etc.), iglesia, el trabajo o los lugares que sueles frecuentar no deben revelarse a nadie. Esta información debe mantenerse como privada y ser revelada solo a los amigos cercanos, solo personas de tu entera confianza deben saber dónde podrían encontrarte un domingo por la tarde o el lunes en la mañana. Reflexiona sobre esto.
Los secuestros de niños no existen gracias a las redes sociales, a muchos nos espantaban con los roba chicos mucho antes de que se produjera el boom del Internet. Estos delincuentes siempre han existido, pero antes necesitaban de informantes y de semanas analizando la rutina diaria en la familia. Pero hoy las redes sociales han hecho posible que los secuestradores consigan este tipo de información sin la más mínima dificultad. Hay individuos inconscientes que publican cosas como “el martes se queda en la escuela hasta las 5 de la tarde, miércoles y jueves hasta las 3:30…” Prácticamente ofrecen a sus hijos en bandeja de plata.
Es un error que muchos padres cometen, pues nunca piensan que existen personas a las que no les gustan las redes sociales, que no desean exponer a sus pequeños y que le tienen una completa aversión a cualquier tipo de red social. Como padres se hace necesario respetar ese punto de vista, y publicar las fotografías de los amigos de tus hijos solo cuando se tenga el permiso de sus padres. Quizá parezca más un consejo de educación que de seguridad, pero ponte en el lugar de ese padre y madre. Nada cuesta preguntar.
lunes, 15 de febrero de 2016
Tips para ser un mejor papá
Para lograr que la relación padre-hijo sea ideal, es importante que tomes en cuenta estos tips al momento de educarlo:
- Involúcrate
El primer paso es el sentimiento de que estás interesado y quieres estar con él. Muchos papás se preparan para esto incluso antes de que el hijo haya nacido. El que busca estar involucrado muestra interés en el embarazo y en los preparativos del nacimiento con pequeños detalles como ayudar a bañar o alimentar al niño. Al hacer esto envía un mensaje empático muy claro: “Yo quiero ser tu padre. Estoy interesado en ti. Disfruto estar contigo. Tú y yo tenemos una relación que es importante para mí.” Todos los niños quieren sentirlo, sin esto un niño se siente aislado y rechazado. - Influye en su relación
Una vez que estás involucrado en la relación, la influencia que tienes en tu hijo es el segundo paso. Cada persona quiere sentir que lo que dice es importante para la otra. Cada quien quiere ser escuchado e incluido en las decisiones y discusiones. Este sentimiento de poder promueve una autoestima positiva en los niños y respeto por la otra persona. Aunque muchas veces necesitarás poner límites muy claros y firmes con respecto al comportamiento de tus hijos, es importante ser flexibles. Los niños quieren que sus padres sean firmes y sólidos. Necesitan sentirse protegidos de un mundo a veces amenazador y de su propia inmadurez y pérdida de control; pero no quieren sentirse apabullados por el dominio de sus padres. Para su propio auto respeto, los niños necesitan una medida de influencia personal. - Sé afectivo
Cuando la gente se siente aceptada y respetada, comienza a desarrollar sentimientos de mutuo afecto. Los padres que nunca están involucrados con sus hijos y que son papás demasiado complacientes, permisivos o dominantes, tienen pocos chances de éxito en llevar una relación cercana con su hijo. Al expresar el afecto a través de las palabras y gestos, estarás enviando otro claro mensaje: “Quiero estar cerca de ti, te amo. Eres especial para mí. Estoy dispuesto a compartirme contigo para conocerte mejor y para que me conozcas mejor. Me haces feliz”.
Ahora la ternura puede ser difícil por su asociación con la sexualidad. Podrás sentirte incómodo de besar y abrazar a tu hijo, pero esta desafortunada asociación puede privarlo de la cercanía tan importante para una sana relación.
sábado, 30 de enero de 2016
Al restaurante con niños
Nunca es demasiado temprano para desarrollar hábitos alimenticios saludables ni buenas maneras en la mesa. El truco es que estés segura de que no estás poniendo a tu hijo en una situación irrazonable en la que tus expectativas sobre su comportamiento estén por encima de sus capacidades. Eso implica hacer una elección estratégica sobre el restaurante más indicado, la hora y el “equipo” que deberás llevar. Te damos algunas recomendaciones para que su visita al restaurante sea placentera:
- Elige un lugar que sea “amigable” para un niño. Llama antes de ir y consulta si tienen sillas altas para la mesa. ¿Son bien recibidos los niños? Un restaurante con buen nivel de ruidos y movimiento es ideal, así su voz no será tan llamativa (en caso de que grite o llore) y el movimiento puede entretenerlo
- Evita los restaurantes que tienen un ambiente muy íntimo. Estos lugares son más propios para reuniones de ejecutivos o cenas románticas
- Ve antes de que comience la hora pico. De esta forma encontrarán una mesa con más facilidad y les servirán la comida más rápido. Si no es un restaurante de comida rápida, entonces pide a la mesera que te lleve una panera con galletas o pan, para que puedas entretenerlo mientras traen la entrada
- Nunca lo lleves a un restaurante si está hambriento. Aunque suene contrario a la razón, un niño con hambre es más irritable y no podrá disfrutar la experiencia. Lo más recomendable es que le des un snack antes de salir que lo deje con apetito, pero no con hambre. Ejemplos de refrigerios: fruta, yogurt o una porción de gelatina, evita los dulces o la comida chatarra
- Llévale un juguete. La idea no es que armen una fiesta en el restaurante, sino que los objetos familiares hagan que la comida sea menos aburrida, sobre todo tomando en cuenta que un niño puede mantener su concentración en la mesa unos 30 minutos, después de los cuales sólo tendrá ganas de jugar
- Si ya probaste distintas estrategias –juguetes, galletas, el snack- y tus hijos aún se resisten a portarse bien en el restaurante, pide la cuenta de inmediato ¡y sal de ahí!. Hay que saber escoger las batallas, y esta podría llevarte al fracaso total.
viernes, 15 de enero de 2016
Castigos causa-consecuencia
Por Nancy Steinberg, psicóloga
Disciplinar a nuestros niños no es una tarea fácil. Es todo un reto y más en esta época en la que todo parece moverse a una velocidad vertiginosa. No cabe duda de que hoy en día las mamás tienen mucha más conciencia y bastante información.
Sin embargo, no deja de sorprenderme que, ante tal avalancha de conocimientos y tecnología, las madres sigamos atoradas en la creencia de que sólo existen dos opciones para lograrlo: los premios y los castigos, aun cuando nos hemos dado cuenta de que estos métodos suelen no funcionar o su efecto dura periodos cortos.
En lo personal no he conocido a una que, propositivamente, haga algo para lastimar a su hijo. Una y otra vez me he encontrado con aquellas que se sienten culpables, desorientadas, poco eficientes o desesperadas al corregir y no obtener resultados. Entonces ¿por qué lo siguen haciendo? Creo que hay dos razones fundamentales:
- Castigamos porque estamos convencidas de que si algo no funciona es porque lo estamos haciendo mal. ¿Tal vez no ha sido suficientemente severo o la recompensa es algo que no le gusta al niño? Entonces incrementamos la fuerza o duración del escarmiento u ofrecemos algo distinto para ver si su conducta mejora
- Nos resistimos a dejar de hacerlo al no tener otra alternativa. Así de simple
- No existe una relación causa-efecto entre la sanción y la conducta que estás tratando de modificar. Por ejemplo, ¿qué tiene que ver no estudiar con que no lo dejes ir a casa de su amigo?
- Es nula la relación de temporalidad: si reprueba en enero, ¡no se va de viaje en diciembre!
- Cuando intentas hacer valer tu autoridad, con frecuencia haces una amenaza que no se cumple. ¿Resultado? Pierdes credibilidad
- En ocasiones él te rebasa y se apoya en el dicho popular “lo bailado nadie me lo quita”, así que está dispuesto a “pagar el precio” con tal de salirse con la suya
Ojo: no dije “que haga lo que tú quieres” porque eso se puede ¡pero no es lo deseable! Tu labor es encontrar un equilibrio que te permita educar y al mismo tiempo mantener una buena relación con él. Lograr la colaboración de todos es labor de todos, pero debe empezar por ti. ¡Buena suerte!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)